La república de Cuba desde la segunda mitad del silgo XX ha representado para América Latina un punta de lanza para los más aguerridos debates políticos por todas las cosas que representa: revolución, independencia, antiyanquismo, izquierda, dignidad, latinoamericanismo y muchas cosas más que estoy muy lejos de entender.
En la burbuja mexicana del siglo XXI en que me desenvuelvo Cuba representa poco más que el prostíbulo más grande de América, ron, habanos y una sociedad exótica que no conoce la coca cola y a la que admiramos de lejitos pero jamás estaríamos dispuestos a entrarle si tuviéramos la oportunidad. ¿Cómo sería la vida sin ipods, futbol, internet o los tacos de la esquina? Y es que uno no puede escapar de los placeres fácilmente.
Lo cierto es que alrededor de Cuba hay una ignorancia terrible de la cuál formo parte. Sabemos que andan en carros antiguos y que la gente esta dispuesta a casarse para salir de la isla. Eso es verdad, pero hay mucho más.
Viaje a Cuba del primero al nueve de abril, como la mayoría de los que la visitan mis amigos y yo pagamos (yo seguiré pagando un rato más) un paquete de esos que te llevan a lo que es obligado ver, lo común: la Habana y Varadero. Por recomendación de Paula, una amiga guatemalteca que vivió por allá decidí concretarme a lo turístico y dejarme de mamadas. Se necesita conocer a algún cubano para conocer lo demás, me dijeron.
Varadero tiene el mar más azul que jamás haya visto y es espectacular, pero no es Cuba, no si vas en a un hotel all inclusive donde puedes comer y beber hasta que te da hueva pararte por más. Admito que lo disfrute sin mucha culpa, yo también merezco unas vacaciones lo juro.
Pero la Habana es distinta, no puedes escapar de la urbe, más de dos millones de personas habitan esta mítica ciudad que se amuralló para protegerse de los piratas en el siglos XVII y que ahora pone banderas negras sobre un edificio de representación norteamericana, pero tiene un capitolio que es una réplica exacta al de Washington. No puedes dejar de mirar a sus bellas mujeres (ojo con el meneo de cadera en corto) y es imposible voltear hacia arriba sin mirar la ropa que cuelga de los edificios descuidados propios de las películas neorrealistas.
¡Esto no es el D.F! (referente mental de cualquier ciudad que pueda visitar) no solo aquí no hay publicidad con chicas perfectas vendiendo perfumes (están en la calle) sino que la única propaganda visible es la del Estado, la revolucionaria. 47 años de discursos revolucionarios. Para bien y para mal.
Esta es la sociedad donde no hay analfabetas; la que un balsero estudia la universidad si se lo propone lo mismo que un comerciante; la del mejor cuerpo de médicos en América; la que no tiene niños en la calle limpiando coches sino jugando béisbol en las plazas; la que el gerente del hotel donde me hospedo gana casi lo mismo al que hace la limpieza; la misma que siempre sonríe y baila al son del guaguancó.
Aunque también es la sociedad que tiene un sueldo parejo, pero a la baja (15 dólares en promedio al mes por cubano); la que le da todo el tiempo da la vuelta al sistema para tener un poco más: venta de drogas, prostitución, regalos al médico para ser atendido; la que se forma una semana antes para comprar un pasaje de camión (checo o en el mejor de los casos chino) si quiere viajar por la isla; la que casa a sus hijas o se aventura al mar para salir.
Todo esto es cierto, lo bueno y lo malo. Pero ¿Quiénes somos nosotros para juzgar a ese pueblo, a Fidel o a su sistema? ¿Qué autoridad tiene alguién cuando se le escucha decir "allá están jodidos"? Nosotros, México y nuestro sistema no están mucho mejor, todo lo contrario.
Los cubanos quieren salir de la isla ¿Y los mexicanos no?, hay quienes dicen que "al menos aquí se puede salir a delante". ¿Sí? Habría que preguntarles a los 14 millones de mexicanos que viven en Estados Unidos si tuvieron muchas opciones para "salir adelante", más del 50 por ciento de la población vive en pobreza que han llamado "moderada".
Ah pero eso sí. La reviste Forbes anunció su fe de erratas: Carlos Slim no es el tercero más rico del mundo, es el segundo. Nomás 2.27 millones de dólares por hora. ¿No es esto grotesco? Estoy seguro que cada uno de nosotros le paga de renta al ingeniero al menos mil pesos mensuales en casita.
Tons qué ¿a matar a los ricos y a los güeros? Pues tampoco creo que por ahí vaya la cosa. ¿Vestir playeras de El Che? Nel (Revisar Letras Libres No. 98, febrero de 2007). Quizá Perón tenía razón con su "tercera posición": ni comunismo ni capitalismo. Pura fotografía!! …………..www.flickr.com/photos/paco88mph
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