martes, 8 de mayo de 2007

Miopía (Públicado el 6 de marzo de 2007)

¿Alguien sabe cuál es la diferencia entre astigmatismo y miopía? De acuerdo con la poco confiable wikipedia la miopía es una de las principales ametropías del ojo que impide enfocar objetos a distancia y el astigmatismo hace que los objetos se vean distorsionados. Yo tengo las dos cosas, aunque leve.

Cuando no llevo puestos mis lentes, dichas deformaciones y sus efectos en la vista se traducen en pizarrones borrosos, leer subtítulos a medio metro del televisor, manejar despacio, sentarme adelante en el cine, tomar una foto desenfocada y escribir con los ojos cansados en esta computadora.

Incluso hace poco llegué a pensar que mi bajo rendimiento en materias como física o matemáticas en la preparatoria fueron consecuencia de no haber usado lentes cuando ya me hacían falta. Y es que conforme los números copiados del pizarrón se hacían pequeños y los gises se rompían, mi vista se resignaba a copiar el resultado de tan complicadas operaciones "después" en el cuaderno de alguien, algo que pocas veces hice. Quién sabe, a lo mejor de haber tenido lentes entonces ahora estaría estudiando química, actuaría o una de estas carreras que suenan a cosa seria.

¿Han visto como a la gente nos cuesta trabajo conservar unos lentes por mucho tiempo? Nos sentamos en ellos, los pisamos, se nos caen en un concierto o directamente los perdemos. Mi último par –motivo principal de mi rostro en los últimos dos años- debe estar tirado por ahí en algún sitio cerca del Estadio Azteca.

El encuentro: Necaxa vs Atlante, para muchos un partido sólo apto para gente que padece insomnio; para los conocedores un clásico del fútbol mexicano desde antes que existiera el América vs Chivas y los equipos se midieran por la cantidad de playeras que porta la gente en los centros comerciales.

Ganó Atlante 3 a 0 frente a unos Rayos descoloridos por un plantel alternativo sin sus principales hombres. Al salir del estadio, algunos de los llamados Radikales (gente de la barra atlantista) les pareció chingón madrear banda con playera rojiblanca siempre que estuvieran en superioridad numérica.

Escuché gritar a mi espalda: "¡sobre esos!"; los sentí venir, tres o cuatro; sentí el madrazo, mis lentes al suelo; escuché gritar a un señor "déjenlo"; descontones, me logre zafar y finalmente sentí el alivio de quien da una calada de aire después de aguantar sin respirar mucho tiempo bajo el agua. La verdad que me quité bien de encima los madrazos salvo uno que otro.

Pero ¿Qué pasa con las barras pamboleras? Esos weyes no son hinchas de su equipo, sólo de su hinchada. Se califican a sí mismas como punketas, aunque su anarquismo se reduce a seguir las reglas ya establecidas por las barras sudamericanas: colgar trapos, tener aguante, correr hacia la barda cuando cae un gol y madrearse afuera del estadio, entre otras.

La verdad es que sí me late la idea de alentar al equipo más allá del "Chiquiti bum"; pero no entiendo del todo lo que mueve a estas tribus urbanas, será la desigualdad (México como uno de los 15 países más desiguales del mundo, Slim ya es 2º más rico), la ira social, la sociedad dividida, la represión o nomás las ganas de madrearse por madrearse.
Ni pedo, a comprarse lentes nuevos, alguna ves oí preguntar a alguien por qué si los lentes era lo más distintivo del rostro la gente no guardaba varios pares como lo hace con sus zapatos o su ropa. Yo creo que el que hizo esa pregunta no sabe cuánto cuestan un par de lentes, a aplicar las matemáticas vistas en prepa y que me cuadren las cuentas

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